Al salir de la ducha me observe
en el espejo y vi que mi cuerpo estaba limpio, pero aun sentía ese dulce y hostigoso
aroma en mis manos.
En el piso de abajo
comenzaron a oírse unos lamentos, sinceramente eran desgarradores. sentía la
necesidad de hacer algo. Unos gritos de esa magnitud me hacían retorcer el estomago de angustia.
Recuerdo que cada vez eran más fuertes hasta que llego el momento en donde cesaron.
Me arme de valor y salí de mi cuarto...
al bajar las escaleras me di cuenta que no había nadie, estaba completamente
solo y lo peor es que ya no escuchaba ningún
ruido.
No había dado más de tres
o cuatro pasos cuando de la nada escuche un llanto, era la misma voz, solo que
ahora se escuchaba más desesperada.
Me encontré frente a una
puerta marrón, con una perilla gris, la que se encontraba entre abierta.
Respire profundamente y me incline para entrar.
Mis manos temblaban y mis
piernas no respondían bien, sentí una desesperación pero quería ver porque y de quien salían esos gritos. la luz estaba
apagada y mis pies se pegaban al piso, busque el interruptor, y por cada paso
que daba el piso estaba mas y mas pegajoso. Al logar encender la luz vi a una
chica amarrada en una silla, estaba de lado mirando a la misma dirección que
miraba yo. tenía sus manos atadas y rodeada de sangre... seguía llorando
descontroladamente. La mire por unos segundos que parecían eternos, respire
profundo y avance tranquilamente. Mientras me acercaba a ella. comenzó a
gritar, no entendí que decía. Sus balbuceos eran tan intensos que me dio la sensación
de que me temía. Dirigió su mirada asía mi, aun no olvido esos grandes ojos
verdes, llenos de lagrimas, miedo y desesperación. Comenzó a agitarse, era como un gusano retorciéndose
en el lodo.
Me dirigí al velador que estaba al mi costado, abrí el primer cajón y saque lo que necesitaba, voltie. me incline ante ella y la volví a mirar. seque sus lagrimas y amarre un trapo al rededor de su boca.
Me dirigí al velador que estaba al mi costado, abrí el primer cajón y saque lo que necesitaba, voltie. me incline ante ella y la volví a mirar. seque sus lagrimas y amarre un trapo al rededor de su boca.
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